C: “No, mira. Allá hay una fractura. Y ahí, también. Y ahí, bueno, no estoy muy segura”. Grito porque el traumatólogo tiene problemas de audición.
Traumatólogo: “No, no hay nada”.
C: “Sí, mira.”
Traumatólogo: “Muy bien, muéstrame tu pie. Bueno, estamos de acuerdo en que hay algo chiquito que está roto”.
C: “¿Y cuánto tiempo no puedo caminar con mi algo chiquito?”
Traumatólogo: “Bien. En tres semanas, volverás a ser la misma de nuevo”.
Ahora estamos en Sucre, la capital de Bolivia. Hace dos semanas me torcí el tobillo jugando a Wally. Wally es la versión boliviana del voleibol. También se juega en una sala, pero se utilizan las paredes. Como en el squash. Super divertido juego, pero desafortunadamente bloqueé demasiado comprometida en la red, salté y torcí mi pie hacia fuera. Un enorme dolor al principio. Tanto que me desmayé por un momento. Pero antes de eso pude avisarle a Matthias. “Matthias, estaré inconsciente por un momento, tienes que acostarme y levantar las piernas.” ¡Buff! Las luces casi se apagaron. Oh, caramba. Los bolivianos nos ayudan, consiguen hielo para enfriar, organizan un taxi. Le pido a Matthias que vaya a comprar opiáceos. Puede conseguirlo aquí en la farmacia sin receta. Asi que me alivia el dolor en mi primera noche. El día siguiente es – oh Dios – día de los peatones en Bolivia. No se permiten ni taxis ni coches. Al día siguiente tomamos radiografías. El radiólogo no ve una fractura. Envío las imágenes a una amiga de cirugía vascular, a un radiólogo y a un traumatólogo en Alemania. Resultado: Probablemente dos fracturas en la articulación del tobillo. Tal vez tres. Debería usar una fedula con un cojín de aire (similar a una bota de esquí) o un yeso por 6 semanas. Y sólo poner poco peso en este pie. Organizamos muletas para mí y heparina para inyectarme. La heparina es tan cara que elijo el genérico boliviano. ¿Y eso está bien tambien? Llamaré a la compañía de seguros. Están de acuerdo con todo: Regreso a Alemania o terapia ambulatoria en Bolivia. Ellos correrían con los gastos de todas maneras.
Bien, bien. Estamos pensando una y otra vez. ¿Cancelar el viaje? ¿Cuáles son las ventajas? ¿Necesito una resonancia magnética con urgencia? ¿Y la fisioterapia alemana después? ¿O continuamos nuestro viaje? ¿Me lastimaré el pie? ¿Qué harían de peor aquí que en Alemania? ¿Y qué hace Matthias cuando aprendo a caminar de nuevo en Alemania con fisioterapia? ¿Solicitarse? ¿En dónde? ¿Y como qué?
Después de cuatro días encontramos una fedula adecuada para mí. Paso a paso, nos acercamos a la terapia que necesito. Por suerte, estamos en Sucre. Y por suerte nos hemos mudados a otro Airbnb con una familia poco antes. En la planta baja o “sin barreras”, como se dice. Hay un montón de taxis aquí, así que podemos llegar a cualquier parte de la ciudad. Rayos X, traumatología, fedula, heparina, supermercados, cine, Internet con Netflix: todo aquí. Incluso podría tener fisioterapia aquí. Lo mejor de todo: Mi profesora de español viene a dar clases a mi casa. Nuestras dos semanas calculadas de clases tienen ahora más probabilidades de convertirse en cinco o seis. Pero bueno, Matthias quería mejorar su español de todos modos.
Durante el día, estoy bien con mis muletas. Pero dormir con la fedula por la noche es difícil. Se desliza, te despiertas con dolor. Totalmente estúpido. Consideramos cómo conseguir la versión más ligera, más pequeña y con cojín de aire de la fedula. Amazon.de no entrega a Bolivia. Pero Amazon.com tal vez. No está claro si el envío desde los EE.UU. funcionará. Bolivia tiene altos derechos de importación y es posible que no saquemos el paquete fuera de la aduana. O tener que ir a La Paz. Eso ya lo veremos. Además, necesitamos extender nuestra visa. Nuestros primeros 30 días casi han terminado. Eso también debería funcionar aquí en Sucre.
¿Cuánto tiempo más nos quedaremos aquí? Veamos, probablemente otras dos o tres semanas. La selva de Bolivia y el lago Titicaca tienen que esperar para otra ocasión. Iré con muletas al siguiente país con buena infraestructura hasta que yo pueda correr de nuevo.
La foto del título fue tomada al principio de nuestro viaje. Los ositos de goma compramos antes de salir de viaje con el conocimiento de SHIT HAPPENS.